
¿Cansado de recibir spam? Te contamos por qué puede suceder
El spam, esos correos no deseados que inundan la bandeja de entrada, son una molestia cada vez más común. Ya sea publicidad agresiva, intentos de estafa o mensajes irrelevantes, lo cierto es que todos en algún momento nos vimos obligados a borrar decenas de correos sin siquiera abrirlos.
Lidiar con este tipo de mensajes puede ser muy frustrante, especialmente cuando se repiten a diario. Pero, ¿por qué sucede? ¿Por qué algunas direcciones de correo parecen ser un imán para el spam?
¿Qué buscan los spammers?
Antes de entrar en las causas, es importante entender el objetivo de quienes envían spam. En general, los correos no deseados buscan:
- Promocionar productos o servicios de forma masiva y sin control.
- Engañar al usuario para que haga clic en enlaces maliciosos.
- Robar información personal o financiera, a través de técnicas como el phishing.
- Infectar dispositivos con virus o malware mediante archivos adjuntos.
Ahora bien, para lograr estos fines, los spammers necesitan direcciones activas a las cuales enviar sus mensajes. Y acá es donde entran las causas más comunes de exposición.
Principales motivos por los que una dirección empieza a recibir spam
1. Dirección publicada en sitios web públicos
Si tu dirección de correo está visible en la página web de tu empresa o en redes sociales, es muy probable que haya sido recolectada por bots que rastrean internet buscando correos electrónicos. Es una de las fuentes más comunes de spam.
2. Registrarse en múltiples servicios o formularios
Al participar en sorteos, encuestas, boletines o plataformas poco conocidas, es posible que tu dirección termine en bases de datos que se venden o se filtran, y luego se usan para campañas de spam.
3. Filtraciones de datos de terceros
Aunque cuides tu dirección, si alguna empresa o servicio con el que te registraste sufre una brecha de seguridad, tu correo puede quedar expuesto sin que lo sepas.
4. Contactos comprometidos
Si alguien con quien intercambiás correos sufre un ataque (por ejemplo, si le roban su libreta de contactos), tu dirección puede terminar en manos de spammers.
5. Correos reenviados o compartidos sin cuidado
A veces, reenviar correos a muchas personas sin usar copia oculta (CCO) deja tu dirección expuesta a destinatarios desconocidos, aumentando el riesgo de que circule sin control.
6. Formulario web sin CAPTCHA
Si tu sitio web cuenta con un formulario de consultas que envía mensajes a tu correo, existe el riesgo de que los bots lo utilicen para enviar spam. Esto puede generar una gran cantidad de correos no deseados provenientes de dicho formulario. Para prevenirlo, es recomendable incorporar un sistema CAPTCHA que bloquee el uso automático por parte de los bots.
¿Qué podés hacer para reducir el spam?
Aunque no se puede eliminar por completo, hay buenas prácticas que ayudan a reducir la cantidad de spam que recibís:
- No publicar direcciones de forma visible en sitios web o redes sociales. Usá formularios de contacto con CAPTCHA en su lugar.
- Tener una cuenta secundaria para registros en sitios o formularios poco confiables.
- No hacer clic en enlaces ni descargar archivos de correos sospechosos.
- Activar filtros antispam en tu servicio de correo.
- No responder al spam, ya que esto confirma que la dirección está activa.
- Utilizar servicios de correo profesional, con protección antispam avanzada.
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